Archivo histórico de protocolos notariales

Introducción histórica

El fondo histórico de los protocolos notariales montillanos se compone de más de 1700 legajos, divididos en siete escribanías. Los instrumentos públicos más antiguos que se conservan en el archivo datan de 1510, aunque hay constancia de escrituras registradas ya en 1504.

En España las escribanías públicas fueron ordenadas durante la Edad Media por el monarca castellano Femando III el Santo, con la recopilación y aplicación del Fuero Juzgo, leyes visigóticas del siglo VII. Su hijo, Alfonso X el Sabio, amplia esta legislación con la promulgación del Fuero Real y posteriormente Las Siete Partidas durante su reinado entre los años 1252 – 1284. Aunque la reglamentación del instituto notarial llega a través de la Pragmática dada por Isabel la Católica el 7 de junio de 1503 en Alcalá de Henares. Esta nueva ordenanza real regulariza el oficio y competencias de los escribanos como funcionarios públicos y, asimismo, reglamenta la constitución de los protocolos notariales y la conservación de estos mediante la creación de un archivo en cada escribanía.

Con la aplicación de esta ley los escribanos de Montilla comienzan a formar sus propios archivos. Tras varios intentos durante el siglo XVIII de crear un archivo que unificara todas las escrituras públicas originales de las distintos oficios notariales de cada jurisdicción, esta aspiración gubernamental no se alcanza hasta la promulgación de la Ley del Notariado de 28 de mayo de 1862, que recoge entre otras acciones la creación de un archivo general de protocolos con una antigüedad superior a 25 años. Con la aparición del Real Decreto de 8 de enero de 1869 se ordena la creación de un archivo por cada Distrito Notarial o Partido Judicial con los registros de más de 30 años, y para ello se crea el cargo de Notario Archivero que está obligado a ejecutar esta normativa. En Montilla, desde el siglo XVI los viejos legajos de los protocolos notariales han tenido varias sedes. En su origen, los escribanos tenían su lugar de trabajo en sus casas particulares, hasta que se crearon los primeros locales con la construcción de la primitiva casa consistorial, situada en la plaza de la Rosa, en el solar que ahora ocupa el Teatro Garnelo. Allí permanecieron las escribanías públicas hasta la unión de sus fondos, con la creación del Archivo de Protocolos en 1869, que fuera trasladado a las dependencias del desamortizado convento de San Agustín. Su primer archivero fue el notario Joaquín Rioboo Sotomayor, a quien en su fallecimiento le sustituye en el cargo su homólogo Antonio Góngora y Palacio, el cual realiza el primer inventario del archivo en marzo de 1902.

Durante el siglo XX vuelve a ser trasladado en varias ocasiones. Al instalarse en el exconvento agustino el Hospital de Beneficencia de San Juan de Dios, el archivo pasa al actual Ayuntamiento, donde está ubicado hasta que nuevamente se traslada a la Casa del Inca Garcilaso, convertida en Biblioteca Municipal en 1963. Con motivo de la restauración de la que fuera residencia familiar del capitán Alonso de Vargas, en 1989 el corpus documental del notariado vuelve a las dependencias consistoriales. En 2008 se traslada a su actual sede, la Casa de las Aguas, donde convive con el fondo bibliográfico de la Fundación Biblioteca Manuel Ruiz Luque.

En la actualidad, el fondo histórico de los protocolos notariales está a cargo del Notario Archivero, a quien el investigador puede remitir su solicitud de consulta, a la siguiente dirección:

NOTARÍA DE MONTILLA

c/ Escuelas, s/n.

14550 – MONTILLA (Córdoba)

Teléfono: 957 650 536 / 957 664 039

Fax: 957 650 519